domingo, 28 de julio de 2013

La muchacha de la carretera

Esta leyenda se sitúa en España, donde se dice que durante una noche de niebla espesa, en una ruta de curvas sinuosas y muy peligrosas, circulaba un vehículo que intentaba llegar a su destino en medio de una intensa llovizna. Era tal la neblina existente que sólo se podía ver a unos pocos metros delante de los faros. El conductor iba conduciendo rápidamente a través de la persistente lluvia, deseoso de llegar pronto a su morada tras un largo fin de semana de trabajo cuando en una de las curvas del camino vio a una joven pidiendo que la acercaran a algún sitio.
Se trataba de una joven rubia, muy demacrada y pálida, que obviamente estaba empapada por la lluvia, y que sólo vestía un vestido blanco desgarrado y sucio de barro. El hombre se apiadó de la situación y tras subirla al auto, decidió llevarla y acercarla hasta el pueblo más próximo.
Durante el trayecto, el hombre y la joven fueron hablando de cosas insignificantes, hasta que en un momento la joven le advierte que debe reducir bruscamente la velocidad porque se acercaban una curva muy peligrosa y que debía pasarse casi a paso de hombre.
El conductor hizo caso de la advertencia y comprobó asustado que, de no haber sido aconsejado, hubiera terminado en el fondo de un gran barranco. Inmediatamente le da las gracias, a lo que la joven le contestó: “No me lo agradezcas, es mi misión; en esa curva me maté yo hace más de 25 años, en una noche como ésta…”.
Tras estas palabras, la joven simplemente se desvaneció, dejando como única prueba de su existencia el asiento mojado del sorprendido conductor….

No hay comentarios:

Publicar un comentario