domingo, 28 de julio de 2013

La carreta fantasma

Esta historia se remonta a los comienzos del pueblo San José, donde vivía una bruja que un día se enamoró del joven más apuesto del lugar. El muchacho era muy afecto a la religión cristiana por lo que no quería tener nada que ver con la bruja pero esta valiéndose de sus artilugios logró engatusarlo y convertirlo en un ser similar a ella.
Nadie en el pueblo estaba de acuerdo con esta unión y mucho menos el párroco del lugar, quien condenó a ambos a sufrir en el infierno. El tiempo pasó y el joven se enfermó gravemente, solicitando a su mujer que le diera cristiana sepultura, pero el cura se negó aduciendo los pecados cometidos durante su vida.
La bruja enfadada manifestó que el entierro se haría “por las buenas o por las malas”, y, al morir su esposo colocó su cadáver sobre una carreta y se dirigió hacia el templo. Al llegar a la puerta el sacerdote perdonó a los animales por esa acción no así a la bruja y a su esposo, a quienes condenó por la eternidad a vagar en busca de redención.
Es por eso que en las noches más oscuras suele verse una carreta conducida por una mujer, llevando un cadáver en la parte trasera pero sin bueyes que la arrastren, reclamando su tan anhelada redención.

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