miércoles, 9 de octubre de 2013

En la habitacion

"Hace tiempo cuando yo era mas pequeño me encontraba solo en el cuarto donde por ninguna extraña razón mama dejaba que entráramos ahí pues no fue así yo lo hice y al estar ahí sentí como si algo frió y húmedo tocara todo mi cuerpo haciendo me sentir un escalofrió rotundo y profundo que corría por todo mi cuerpo con unas ansias tremendas de poder gritar y salir de ahí corriendo pero desgraciadamente mi cuerpo estaba en un estado de parálisis temporal que impedía hacer algún movimiento así de que por una extraña razón sentí de que alguien como si viniera de la nada me había sido empujado así afuera haciéndome caer sobre el suelo haciéndome perder la mayoría de mis sentidos y olvidándome por un momento en que posición estaba." 

personas muertas

"Tenia la edad 13 años cuando sucedió por primera vez era las 11.30pm tenia la costumbre de ir a comprar a esas horas ya que por donde vivo las tiendas quedan abiertas hasta la 1 o 2 am ...días antes de ese eco había muerto un vecino mio que vivía al frente de casa ..el ya era de edad ...salí a comprar como casi todos las noches cuando sentí que alguien me seguía ...voltee a ver y no había nada entonces sentí que alguien estaba detrás ...camine mas deprisa a casa ...y cerca a ella lo vi vi ala persona que había muerto días antes ..el estaba con la ropa habitual de siempre entonces me quede fría no sabia que hacer me puse pálida ...voltee a todos lados me sentía aterrorizada cuando mire de nuevo el ya no estaba entonces apresure el paso a casa estaba a punto de ingresar cuando se me apareció de nuevo lo mire y no podía creerlo había oído hablar de personas que habían tenido un encuentro casi parecido con personas ya muertas pero no lo creía hasta que me paso a mi ese día entre a casa pálida y tartamudeaba mi familia me pregunto que pasaba les conté lo sucedido se quedaron pasmados ...aunque con las dudas de que sera verdad o no ...no se que paso ese día pero solo se que desde entonces puedo ver a gente que muere o antes de que lo haga no es casi siempre pero ya me sucedió varias veces al comienzo me daba miedo aunque admito que aun siento terror ...hoy ya con 19 años aun me sigue pasando estas cosas créanme esto es real ....tendrías que vivirlo para saber lo que se siente..." 

miércoles, 7 de agosto de 2013

Sueño nocturno

Laura realmente se encontraba cansada, cerró la puerta sin llave y se metió en su cama, acomodo su cabeza en el almohadón de plumas, los parpados le pesaban, sus piernas parecían de plomo y la cama se volvía fina espuma de algodón egipcio, la relajación que tenía era total, el sueño no tardo en reclamarla. 

La noche era oscura, no había luna; el viento soplaba azotándose contra la ventana. En la puerta, destacándose contra la luz de los distantes relámpagos mudos, parecía delinearse una silueta, un hombre podría decirse, Laura que aún se encontraba dormida, se sentía incomodada por la presencia en su habitación, abrió sus ojos pero sin abandonar el profundo sueño que la dominaba, dirigió su mirada hacia la puerta y vio aquella sombra que, aun en la oscuridad de la noche, se veía aún más oscura, una sombra con un negro absoluto, parecía que aquella figura se alimentara de la oscuridad del ambiente. La mente de Laura se había vuelto un caos, el sueño que estaba teniendo no parecía haber desaparecido al abrir los ojos, intento moverse y no pudo, intento gritar pero su boca no se abría, solo podía observar aterrorizada lo que sucedía con la esperanza que aun estuviese soñando, estaba atrapada en lo que claramente se conoce como sueño lucido.

La figura que permanecía postrada en la puerta estiro un brazo hacia Laura, sus ojos no podían estar más abiertos, el brazo terminaba en una especie de mano esquelética, con uñas que solo podrían describirse como garras; el brazo se alargaba más y más de manera inhumana acercándose lentamente al rostro aterrado de Laura, ella sudaba, intentaba moverse y gritar en vano, no sabía si el horror la paralizaba o era simplemente algo más, las garras del ser casi hacían contacto con el rostro de la mujer, y ella, al verse sin ninguna otra salida, comenzó a rezar y cerró los ojos fuertemente con la esperanza que aquello desapareciera…

… la calma era inquietante… 

… el silencio era abrumador…

… el tiempo parecía no avanzar, ya se habrá ido??? Habrá desaparecido??? …

No quedaba otra opción más que abrir los ojos, y con mucho temor y esperanza a que aquello hubiese sido un sueño, se resignó a abrir los ojos, sabía que no había nada más que hacer… y lentamente, así lo hizo…

Observo la puerta… no había nada…

Observo a su alrededor… tampoco había nada…

Intento moverse y así lo hizo, se sentó un momento a la orilla de su cama y respiro aliviada que todo había sido solo un mal sueño. Inquieta pero ya más aliviada, intento dormirse nuevamente, se acomodó de su lado de la cama, teniendo en mente a Ricardo, acomodo su cabeza en el almohadón de plumas, los parpados le pesaban, sus piernas parecían de plomo y la cama se volvía fina espuma de algodón egipcio, en ese momento, cuando se encontraba al límite del sueño, sintió un muy sutil movimiento bajo sus sabanas, y sin pensarlo las levanto, y de ahí, desde la profundidad de las sabanas en su cama surgió aquella macabra garra y la tomo por la boca antes que pudiera gritar…

Al día siguiente, cuando Ricardo regreso, entro a la habitación y se quitó la ropa como de costumbre; vio a Laura plácidamente dormida, suavemente se acomodó en su cama, estaba cansado y casi se dormía, entonces se dio vuelta y abrazo a su esposa, pero la sintió fría al tacto, y al hablarle no respondió, no sería hasta dos días después que Ricardo se enteraría que su esposa había muerto casi siete horas antes que el la descubriera de una embolia cerebrovascular…

Nunca estamos solos

Pasaron varios días sin ninguna actividad paranormal, obviamente, esto dejó atrás las preocupaciones de Jason de que hubiese alguien más en su nueva casa.

Un fin de semana cómo otro cualquiera, Jason estaba ocupado con unos importantes documentos del trabajo. Necesitaba una grapadora para unir todo aquel papeleo, recordó que había una en el ático. No estaba seguro de si subir allí o no después de los pasados acontecimientos. Pero se armó de valor y decidió subir al ático un tanto nervioso.

Aquel lugar estaba demasiado oscuro, pero la única ventana que allí había era suficiente para dar una clara visión de todo el ático. Jason se dirigió al rincón dónde se encontraba la grapadora que había visto ya antes. La cogió y… estaba vacía, él la recordaba llena de grapas, pero no era así. ¿Quién podría haberlas utilizado? 

Al darse la vuelta para volver, se tropezó con una pequeña caja de cartón. 

Las esquinas de la caja estaban completas de grapas, que supuso que corresponderían a las que faltaban en la grapadora. Abrió la pequeña caja de cartón y Jason sobresaltó al encontrarse con una especie de libro de pasta negra. Tenía un enorme título que parecía estar en un idioma desconocido, decía lo siguiente…

“OICIFELAM”

No le encontró ningún sentido a la palabra. Miró su interior, pero lo único que encontró fueron página en blanco y algunas de ellas arrancadas, pensó que sería algún diario del anterior habitante de la casa y no le dió demasiada importancia, dejó el libro en el interior de la caja, arrancó una de las grapas que estaba incrustada y la colocó en el soporte de la grapadora, encajaba a la perfección. A continuación, bajó del ático para continuar su trabajo.

Grapó sus documentos repletos de importante información y se fue a dormir sin preocupaciones. Entre la noche, Jason se despertó a causa de un sueño en el que veía que le ocurría algo malo en el trabajo, pero no conseguía recordar el qué.

Por la mañana, Jason preparó todo para irse a trabajar. 

Llegó al trabajo y le entregó a su jefe, con una sonrisa, sus informes que había estado puliendo durante el fin de semana. Él los recibió con otra sonrisa, sabía que Jason era un buen chico.

miércoles, 31 de julio de 2013

Navidad sangrienta

La navidad es aquella ceremonia donde se festeja el nacimiento de Cristo, y todos tienen una noche buena, pero la familia Edith no tuvo esa noche buena.
Londres año 1980, la familia Edith espera ansiosa la navidad, es un día con mucha nieve, pero podría ser peor cuando informan por televisión sobre un asesino que se ha escapado de la cárcel con un traje de santa Claus y que ronda por esa misma zona, la familia se mantiene alerta, pero no lo suficiente ya que no han asegurado la casa y que en cualquier momento el prófugo podría introducirse en el hogar.
Ante esto la madre manda a dormir a su hijo en la planta alta de la casa (2° piso), para estar más asegurado. Ya son más de las 00:00 hs y en la casa están todas las luces apagadas, de repente se siente un ruido por la chimenea entonces Lautaro hijo único de la familia se levanta de la cama creyendo que era santa, fue entonces cuando la madre grita: ¡Lautaro corre y escondet…., pero el asesino le corta el cuello a la mujer con lo cual muere ensangrentada, el niño siente un temor inexplicable .
Mientras el niño subía las escalera rápidamente el prófugo le decía con voz dulce y delicada: lautarooo, dale un abrazo a santaaa. Fue entonces que en esa ocasión aparece el padre del niño peleando contra aquel asesino, pero por un descuido minúsculo el suicida saca un hacha que tenia escondido en su traje robusto y le corta el hombro al pobre hombre que gritaba agonizante en el pasillo de su casa, mientras gritaba adolorido por la herida el esquizofrénico hombre le corta la cabeza al papa de Lautaro, ahora sí, Lautaro sentía miedo, pero a la vez furia y tristeza por lo sucedido aquella noche de alegría, el estaba solo e indefenso lo único que pudo hacer fue esconderse en su cuarto encerrarse en su closet y llamar sollozantemente a la policía sin que aquel demente se diera cuenta de la llamada a las autoridades y que todo se diera por terminado……pero no fue así como lo pensó Lautaro.
El asesino aun buscaba al joven asustado, pero cuando subió las escaleras escucho un bullicio en el armario, el loco sin pensarlo corta el cable del teléfono, abre el armario y asesina muy brutal y despiadadamente a aquel joven niño de tan solo 7 años de edad, cortándole sus miembros y extrayendo sus órganos, mientras Lautaro agonizaba el despiadado hombre le corta el cuello y es ahí cuando la vida de aquel niño se da por terminada, pero antes de irse el loco vestido de santa Claus descuartiza a los integrantes de la familia, los mete en una bolsa negra y los coloca en una caja cuadrada lo envuelve con papel de regalo y lo deja debajo de aquel árbol de navidad que hermoso se veía con sus adornos navideños.
Jamás se volvió a ver a aquel asesino, pero ten cuidado, puede que en cualquier navidad aparezca en tu casa, pero… ¿estarás preparado para ello?.

La brecha

Una vez allí no habrá marcha atrás –Dijo MIC por videoconferencia privada. Lo que debía ser su cara hablando en la pantalla era una representación de ondas sonoras al ritmo de su voz distorsionada–. Confiamos en usted. Esto es confidencial.

MIC (Mensajero de Información Confidencial) se desconectó y su cuenta se eliminó a los diez segundos de todos los superordenadores. El disco duro del portátil de Johan se estropeó gracias a un alfiler que mantiene contacto con el disco cuando MIC quiere. Johan tenía una copia de seguridad de sus archivos en un USB de 1000 TB. No es que esa tecnología pudiese estar en las manos de toda la sociedad; ese USB valía una auténtica fortuna, ninguna preocupación para Johan.
Johan Harender era un científico del gobierno. Le ha sido comunicada la creación de una brecha dimensional a una dimensión desconocida. Esa brecha seguía todavía abierta en esa base espacial sobre el océano pacífico. El interior de la base tenía un suelo gravitatorio.
La misión que le fue encomendada a Johan era entrar en esa mismísima brecha acompañado de sus dos compañeros, Samuel Island y Steve Muriel. Irían equipados con una mascarilla de oxígeno de cuatro días de duración y un traje anti radiación.
Johan acudió a la misión el 25 de Junio de 2030.
Samuel entraría primero. Lo que vieron fue una bola de energía azul en una cámara despresurizada y sin gravedad. Aquella bola era como una estrella en miniatura, pero no lo era en absoluto. La bola se sobrecargaba e irradiaba explosiones de energía cada cinco horas, como un estallido de luz que hacía que los metales de la cámara se calentaran al rojo vivo al instante, pero se enfriaban antes de la siguiente explosión. El equipo debería entrar en la brecha justo después de una de las explosiones, así tendrían menos problemas.
Johan observaba a Samuel desde la sala de mando. Samuel respiró hondo y entró equipado en la cámara de la brecha. Estaba a gravedad cero y no sabía lo que le esperaría al otro lado. Tocó la bola. Hubo un gran destello acompañado de un apagón. Entonces la sala volvió a la gravedad cero y la sala de mando empezó a despresurizarse lentamente, los ojos de Johan se pusieron como piedras y sus pulmones perdían aire, sus oídos se taponaron a los dos segundos, impidiendo oír los gritos de sus compañeros. Consiguió ponerse de milagro la máscara de oxígeno y sus gafas científicas. Su espalda chocó contra el techo.
Johan utilizó el modo de visión nocturna de sus gafas científicas y vio a sus compañeros agonizando por toda la sala de mando, sus ojos se les salían de las cuencas hasta que sus cerebros se expandieron hasta explotar. Miró el cristal de la cámara de la brecha, Samuel no estaba ni la brecha tampoco, ya que nada emitía su característico color azul. Las gafas científicas de Johan indicaban formas de vida por toda la nave. Indicó miles de formas, millones, billones de formas de vida de un tamaño descomunal por toda la base, pero la base estaba oscura y silenciosa, y era demasiado pequeña. El terror de Johan fue creciendo cada vez más y más, y pasó del terror a la rabia y la impotencia. Creía que era una droga en la comida que probablemente un agente ruso le había puesto en algún restaurante. Aquello no era una droga, era real. El silencio invadió la base y Johan estaba quieto flotando por la sala de mando.
Ha… hahay… alguien – Dijo Johan tartamudeando del terror.
No hubo respuesta, Johan estaba solo.
¡Contestad, me cago en la puta! – Dijo rabioso.
El silencio era la única respuesta a Johan. Su cara marcó una sonrisa psicópata.
Se dirigió hacia el cristal de la cámara de la brecha y ajustó su mirada. Había un ser deforme flotando por la cámara, pero las gafas científicas indicaban que eso no era una forma de vida, sino una carga electromagnética. El ser se detuvo flotando ante el cristal, justo delante de Johan. Eso era científicamente imposible, ya que un objeto a gravedad cero no se puede detener de esa forma tan brusca.
Lo que vio Johan fue un ser que tenía una cierta forma humana. Su piel era músculo sangriento, tenía seis extremidades repartidas por todo el cuerpo, se movían. Tenía dos bocas donde debían estar los ojos, y hablaban, y donde debía tener una boca, había un enorme ojo mirándole. Donde debía tener pelo había picos de pollitos que piaban sufriendo. Estaba repleto de muchas partes de animales que salían de su cuerpo y se movían, incluida una pata de cabra empapada en sangre. Todos los animales que le salían del cuerpo y hubo un silencio, entonces el ser habló por las dos bocas.
Johan – Dijo el ser. El cristal estaba insonorizado, pero se escuchaba perfectamente. – Soy yo, Samuel.
No, tú no eres Samuel. – Dijo Johan aterrado.
Sí. No te vas a creer donde he estado. – Dijo el ser con la idéntica voz de Samuel.
Calla, calla, calla, ¡CALLA!
Ese lugar es precioso.
¡Cállate!
Johan se fue relajando y comenzó a ver a ese “Samuel” como a un dios.
¿Dónde has estado? – Dijo Johan hablando como si ese ser infernal fuese algo normal.
He estado en el infierno. – Dijo “Samuel” con una voz de impresión.
¿¡Y qué coño hay en el infierno!? ¡El infierno no existe, tú eres producto de mi imaginación!
Hay caras, caras desfiguradas que sonríen, son preciosas. También hay intestinos gigantes y sangrientos, y hay almas pasando por ellos. Es un sitio quilométrico, y hay piscinas de sangre, calentitas, Johan. También hay comida, hay carne, hay pizzas sangrientas, mis preferidas. Y ahora mira, me han mejorado, Johan, el único ser que no existe es ese ser superior al que llaman “Dios”.
Johan empezó a reír, fue riendo cada vez más y más hasta que sus risas acabaron en llantos.
Tú no eres Samuel, ni siquiera eres real. – Dijo Johan entre llantos.
Johan se dirigió flotando a oscuras hacia las cápsulas de escape. “Samuel” gritó.
¡No puedes escapar, no vas a ir a ningún lado! – Gritó “Samuel”.
Johan lo ignoró y siguió hacia las capsulas. La criatura empezó a dar golpes sobrehumanos contra el cristal, sonaban como tambores.
¡No escapes, o te arrepentirás! – Gritó la criatura de nuevo.
Johan llegó a una de las cápsulas, no había electricidad, así que la puerta no se abrió. Los golpes continuaron cada vez con más intensidad hasta que el cristal se rompió y el silencio invadió la base de nuevo. Johan no podía hacer nada más que esperar en un rincón del pasillo de las cápsulas. El ser apareció en el pasillo.
No sirve de nada, Johan – Dijo el ser. – únete a nosotros.
De la compuerta del pasillo aparecieron todos los científicos desnudos sin ojos y con el cuerpo mutilado.
Únete a nosotros, Johan. Aquí se está bien. – Dijeron todos los cuerpos de los científicos.
Johan entró en pánico y empezó a gritar y a gritar mientras se santiguaba, a pesar de su ateísmo. Samuel y los científicos empezaron a gemir y a gritar, entonces sus bocas irradiaron una luz cegadora. Esas luces aumentaron y la base empezó a temblar. Entonces hubo un destello de radiación y la base dejó de existir. Johan y los cuerpos no dejaron de existir, la inexistencia es un regalo comparado con el lugar a donde fueron.

Algo extraño

Después de los sucesos ocurridos en Cuernavaca, donde dos jóvenes murieron a causa de la extraña historia de un maniquí de payaso que cobró vida en una banca de una restaurante de comida rápida.
La noticia corrió como pólvora y de inmediato más y más rumores comenzaron a girar en torno al maniquí. Sentado en esa banca de plástico con un brazo extendido invitándote para tomarte una bonita foto del recuerdo o simplemente abrazarlo. Pero después de las muertes de Alberto y José un semblante lúgubre cubrió esa figura colorida y ahora es sitio de horror. Muchos niños y jóvenes apuestan a sentarse por las noches junto al payaso y hablarle para ver si les contesta.
Uno de tantos osados fue un niño de 13 años de origen asiático de nombre Yun Huang. Cursaba el segundo grado de secundaria en dicha ciudad. Él y sus amigos habían escuchado sobre las muertes y también de quienes apostaban por sentarse allí a media noche.
Propuso a sus amigos la apuesta de sentarse junto al dichoso payaso, los demás aceptaron gustosos y echaron suertes para ver quien sería el “afortunado ganador” de visitar al payaso.
Para variar Yun fue el seleccionado y acordaron que llevaría una cámara de video para grabar la evidencia de que estuvo allí. El evento se llevaría a cabo esa misma noche a las 12:00 en punto, se sentaría en la al lado de la figura y la hablaría para comprobar si la historia era cierta.
Yun tenía miedo, pero no quería quedar en ridículo frente a sus amigos asi que acepto la apuesta. Cuando faltaba media hora para la hora pactado, se escabulló de su casa, en la otra cuadra ya lo esperaban dos de sus amigos con el hermano mayor de uno de ellos. Llevaban el coche de los padres de su amigo, lo iban a llevar y a recoger del sitio donde estaba el payaso.
Cuando llegaron a Yun le empezó a entrar mucho el miedo, y por la pena de no echarse para atrás no dijo nada. Se bajó del coche, sus amigos le dijeron que lo recogerían a las 12:30 junto con la evidencia de lo sucedido. El auto se alejó y Yun quedó solo en la avenida desierta.
Tragando saliva se dio vuelta y miró hacía donde estaba la banca con el payaso. Caminó lentamente, preparó la cámara para grabar y poco a poco se aproximó a la banca. Cuando llegó el miedo se apoderó de él pero tendría que cumplir.
Puso la cámara en grabar y se sentó junto al payaso. Enfocó su rostro blanco con rojo y le habló. 
Estoy muy cansado dijo repitiendo las palabras de José esperando que le contestara “Yo también”. Pero nada pasó, el payaso permaneció inmóvil en su lugar.
Pasados quince minutos Yun se empezó a impacientar pues no daba resultado por más que le hablara, la cámara captó cada cuadro pero no sucedió nada anormal. Eran las 12:20 cuando se dio por vencido, tomó su cámara, se levantó y trató por última vez de lograr su objetivo.
Estoy muy cansado volvió a repetir, pero no obtuvo reacción alguna. Decepcionado se dio la vuelta y caminó a la calle para esperar que pasaran por el.
Adios Yun, vuelve cuando quieras se escuchó una voz fría a sus espaldas.
Cuando los amigos llegaron por Yun, lo encontraron tirado en la banqueta, estaba muerto, tenía en su rostro una expresión de terror que hizo que los presentes se estremecieran, su cámara aún grababa. La tomaron y corrieron el vídeo para saber que era lo que había pasado. Cuando Yun se dirigía a la calle y la voz del payaso sonó, se dio media vuelta, el muñeco con cara diabólica le decía adiós con una mano y ahí el corazón de Yun falló.
Hoy en día, el payaso sigue ahí, pese a los sucesos acontecidos sigue sentado en su lugar. 
La pregunta es: ¿Te atreves a visitarlo?.